Recurso

La Encamisá

Detalles

Nombre
La Encamisá
Tipología
Fiestas - Fiestas de interés turístico
Provincia
Cáceres
Comarca
Valle del Alagón
Municipio
Torrejoncillo
Fuente
Junta de Extremadura. Consejería de Cultura y Turismo

Descripción

Fecha: 7 de Diciembre.

No se puede certificar cual es el origen de la fiesta pero se supone que proviene de algún hecho bélico en el que intervinieron torrejoncillanos. Los elementos que forman la fiesta como son los jinetes encabezados por un estandarte y las escopetas hace suponer el origen bélico de la fiesta.

La leyenda, más que teoría que ha cobrado más fuerza nos llevaría a la batalla de Pavía. Es durante esta campaña en la que el capitán Alfonso de Ávalos, de origen torrejoncillano, camufló a sus hombres bajo sábanas que les hicieron invisibles en la nieve. Así lograron ganar. A la vuelta a su pueblo, dicen, comenzó a representarse esta hazaña bélica, adquiriendo la fiesta un creciente fervor mariano al afirmarse que la Virgen les ayudó a vencer en Italia.

A las diez de la noche del 7 de diciembre, víspera del día de la Inmaculada Concepción, la puerta de su iglesia parroquial (San Andrés) se abre y de ella sale un estandarte celeste con la imagen de María Inmaculada bordada.

En otro lugar de su plaza Mayor, otro grupo de personas disparan sus escopetas, lanzando salvas en honor a la Virgen, cubriendo toda la plaza de humo y olor a pólvora que hace que el momento no sea solo visual y todos los sentidos capten algo de esta fiesta. El estandarte recorre unos 20 m y es entregado al mayordomo que monta un caballo atalajado vistosamente para la ocasión. Este va acompañado por dos personas a sus lados y detrás varias centenas de jinetes que en el momento de recibir el mayordomo el estandarte, lo vitorean y aclaman. Gritan las almas y no las gargantas. Todos van cubiertos por una sábana blanca, adornada con finísimas puntillas y en algunos casos por la imagen de María Inmaculada o por estrellas doradas.

En las plazuelas se encienden joritañas con las que combatir al frío o simplemente charlar alrededor de ella con los familiares y amigos, en las cuales los niños quemarán sus jachas (haz de gamonita) que con mucho amor y paciencias les han preparado sus abuelos o padres. Todo el pueblo acompaña y aclama a su Virgen lanzándole entre viva y viva un trocito de su corazón. Después de dos horas y media aproximadamente la comitiva regresa a la plaza y todo el pueblo despide el Estandarte con la misma fuerza que lo recibió pero con la satisfacción de haberlo tenido cerca de ellos, de haberle pedido esa gracia que alguien espera alcanzar, de haberlo acompañado un año más y de llevarse cada uno a la Virgen más cerca de su corazón. A continuación, los mayordomos invitan a todos los asistentes a degustar los coquillos y a probar los ricos caldos de la zona.

Observaciones

7 y 8 de diciembre

Mapa