Segura de Toro
El toro celta de piedra, en mitad de la plaza del pueblo, es el símbolo de esta localidad. Es uno de los municipios mejor conservados, con casas de sillares de piedra, empinadas callejas con rincones deliciosos y fachadas tapizadas de flores. Todo el pueblo es un mirador natural sobre el valle, con vistas impresionantes. Destacan los restos del castillo templario. Se conservan algunos lienzos de las murallas. En la iglesia renacentista de San Juan sobresale el campanario y las tallas de madera de su interior. Su torre fue torreón de un castillo medieval del siglo XIII. En los alrededores también hay vestigios romanos. Pero lo más singular de esta población es su impresionante patrimonio natural: los castaños del Temblar, en el arroyo del mismo nombre, son un conjunto de árboles singulares de gran belleza y antigüedad protegidos por la Junta de Extremadura. Pero no son los únicos, como demuestran otros hermosos ejemplares de roble, pino y alcornoque. Además hay dos piscinas naturales con limpias aguas donde refrescarse.