Menhires y conjuntos históricos de la cuenca del río Ardila (en Coche)
Descripción
La ruta discurre por un paisaje de dehesa de los más espectaculares de la Península Ibérica, ya en las estribaciones de Sierra Morena, para adentrarse en un recorrido por varios Conjuntos Históricos del suroeste extremeño.
Se inicia en el yacimiento celta de El Capote, situado en el límite con la provincia de Huelva, yacimiento excavado y puesto en valor con su correspondiente centro de interpretación, que cuenta con una piedra onfálica que destaca en la cumbre del castro, no lejos de un interesante altar de sacrificios orientado a la puesta de sol en el solsticio de invierno y que hace suponer que estaría dedicado al “héroe fundador” de la población, que sería la divinidad de la misma.
Continua el recorrido por Fregenal de la Sierra declarado Conjunto Histórico que permite apreciar la huella templaria y su estupendo castillo para seguir hacia la localidad de Jerez de los Caballeros, también declarado Conjunto Histórico y un pasado templario visible en su alcazaba que a la vez permite apreciar un excelente mudéjar en su arquitectura religiosa así como visitar la Casa Museo de Vasco Núñez de Balboa, el descubridor del Océano Pacífico.
Por su parte, el Dolmen de Toriñuelo erigido en plena Edad del Cobre, nos permite apreciar una excelente construcción megalítica compuesta por un corredor de 25 metros que finaliza en la cámara circular.
Parada obligatoria es Burguillos del Cerro, declarado Conjunto Histórico, con una interesante huella visigoda y castillo templario, que sigue mostrando el legado mítico del Temple en este territorio. Camino de Valencia del Ventoso se puede desviar hacia el Oeste y visitar el menhir de las Tres Lindes, que era el límite entre Burguillos del Cerro, Fregenal de la Sierra y Jerez de los Caballeros, las antiguas ciudades céltico-romanas de Segida, Nertobriga y Seria.
Valencia del Ventoso sorprenderá por el Menhir de la Fuente, reutilizado como abrevadero para caballería, siendo necesario visitar su castillo construido a finales del siglo XV, para iniciar desde aquí una ruta senderista que llevará al Menhir del Lagarto, un menhir de 3,65 metros, con una de sus caras cubierta de cazoletas.
