Recurso

PR-BA 127 Aguas arriba

Detalles

Nombre
PR-BA 127 Aguas arriba
Tipología
Rutas guiadas y señalizadas en la naturaleza - Pequeño Recorrido (PR)
Provincia
Badajoz
Comarca
Sierra San Pedro - Los Baldíos
Municipio
Codosera (La)
Fuente
FEXME - Federación Extremeña de Montaña y Escalada
Tipo de recorrido
Lineal (ida y vuelta)
Distancia
14.5 km
Severidad del Medio natural
1
Orientación en el Itinerario
2
Dificultad en el Desplazamiento
1
Cantidad de Esfuerzo
2

Descripción

El primer contacto con el río Gévora lo tenemos en el paraje denominado Molino el Duque, por el antiguo molino harinero allí existente mandado construir en 1509 por el Duque de Alburquerque. En este punto a las aguas del Gévora se suman las del arroyo Codosero.

Para continuar la ruta se han de cruzar ambos cauces, pero antes, se recomienda pasear por las orillas del rio antes de continuar la ruta. Esto nos permitirá apreciar las principales señas de identidad de este tramo alto del Gévora: las aguas limpias y corrientes y el magnífico bosque galería que se extiende a lo largo de sus orillas.

La especie arbórea más representativa del bosque galería, llamado así por formar una especie de túnel verde, es el aliso acompañado por otras especies como el fresno, distintos sauces, el sauco o el arraclán. La fauna suele ser esquiva, sin embargo no será difícil observar el baile de la lavandera cascadeña en las corrientes, el vuelo rápido del martín pescador o la actividad incesante de petirrojos, mitos y chochines. Por el canto también denotarán su presencia estas y otras muchas aves, ranas e insectos que junto con el murmullo del agua y el susurro del viento en las copas de los árboles, interpretan la banda sonora de este peculiar bosque. Después de disfrutar de este enclave continuaremos la ruta por fértiles huertas, pastizales, dehesas y repoblaciones de encinas y alcornoques por un camino que discurre paralelo al río.

Durante este tramo, aves como el abejaruco, el triguero, la tarabilla común el alcaudón, la cogujada, el verdecillo o la abubilla nos acompañan. Sobrevolándonos es frecuente observar al águila calzada, ratonero, elanio azul e incluso algún buitre leonado o negro en busca de carroña Durante el recorrido, varios caminos que surgen a mano izquierda nos permiten acceder de nuevo al cauce en parajes como el Vao La Calera o La Junta. Allí, las aves vuelven a ser protagonistas, además de las ya mencionadas, en invierno podemos deleitarnos con bandos de lúganos y los llamativos camachuelos. Mirando con atención encontraremos las señales dejadas por otros habitantes del río como excrementos de nutrias, montículos de topo o galerías de rata de agua. Tomando el sol en las orillas estarán los galápagos, el leproso, muy común y abundante o el europeo, bastante escaso y amenazado y el lagarto verdinegro, que mantiene aquí una de las poblaciones más septentrionales de la Península.

De vuelta al camino principal, atravesaremos pequeños arroyos que en primavera hierven de vida: renacuajos de sapo común, corredor, pintojo, ranas verdes y de San Antonio, larvas de salamandra, tritón ibérico y pigmeo e infinidad de invertebrados tanto en fase adulta como larvaria. puede ser descubrir varias especies de orquídeas, narcisos y gladiolos. Finalmente, girando a la izquierda y bordeando un viejo lagar abandonado llegamos a las Piscinas Naturales donde podremos descansar acompañados por el canto de la oropéndola. Las piscinas son un buen punto para ver algunos de los peces que habitan este río, como el barbo, la boga, el calandino, la colmilleja, el pequeño jarabugo, especie en peligro de extinción. Regresamos a La Codosera por donde hemos venido. De manera complementaria a la ruta anterior podemos caminar por otro tramo del Río Gévora, esta vez aguas abajo

Observaciones

Tipo de recorrido: Lineal (ida y vuelta); longitud: 14.5 km.; MIDE: 1-2-1-2

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