Recurso

El Capazo

Detalles

Nombre
El Capazo
Tipología
Fiestas - Fiestas de interés turístico
Provincia
Cáceres
Comarca
Sierra de Gata
Municipio
Torre de Don Miguel
Teléfono
927 19 73 73

Descripción

Dentro de los actos festivos de Nuestra señora de Bienvenida en Torre de don Miguel (Cáceres) se celebra uno de los ritos más arcaicos que se conservan en Extremadura: “El Capazo”. Esta Fiesta de Interés Turístico se celebra una semana después de Semana Santa, el sábado siguiente al Domingo de Resurreción.

Realizada y celebrada con honores a la Virgen de Bienvenida, es un festejo tradicional que mezcla religiosidad y cultos paganos de ofrenda al fuego, al árbol, a la luna y al sol y que rememora uno de los ritos más ancestrales que se conservan en toda Extremadura y que se cree, podría remitirse a costumbres y ritos de algún pueblo vetón que poblase la zona ya que ésta era una zona importante de paso con conexiones entre Caurium (Coria) y Miróbrica (Ciudad Rodrigo) a través de la calzada romana secundaria de la Ruta de la Plata.

Los mozos, coincidiendo con la llegada de la Virgen al pueblo, suben a la sierra y cortan un roble de unos cinco metros de altura provisto de horcas. Tras arrastrarlo hasta los pies de la iglesia, donde es pelado de hojas y ramas pequeñas, lo clavan en el suelo y así permanecerá, frente a la puerta principal del templo, durante los días previos a la celebración. Es el sábado siguiente al Domingo de Resurrección, unas horas antes de la medianoche, el muñidor con su tamboril y su gaita (flauta) acompañado por las capaceras pasea su música por las angostas calles de Torre hasta llegar a la puerta donde espera el Camuñas, oficiante del rito “El Capazo”. Ataviado con pantalón y chambra negros y, sobre los hombros, una piel de macho cabrío anudada a la cintura con un correaje que sujeta un cencerro por delante y cinco por detrás. Sobre su cabeza, un saco de fardo y el rostro manchado de negro.

Son las pacas, con sus cánticos y bailes al son del tamboril las encargadas de despertarlo, para acompañarlo por las calles del pueblo.

El Camuñas, con su baile y el sonar de los cencerros avisa y recoge a los capaceros en las diferentes calles ataviados éstos como los antiguos molineros para recorrer e iniciar así la Ruta por las Bodegas donde poder degustar las viandas y los afamados caldos de la Sierra de Gata y Extremadura.

Los capaceros, las pacas, niños y niñas bailan al son del tamboril, siguiendo siempre los pasos de El Camuñas que, al saltar, hace sonar los cencerros, extendiendo su llamada hasta el último rincón del pueblo.

Es medianoche momento álgido de la celebración con gran alboroto se llega a la plaza, las mujeres bailan alrededor del roble. El baile un “rito lunar” donde las pacas “danzan como si fueran la luna para que el sol aparezca”, una vez terminado el baile es El Camuñas quien prende fuego a cada una de las capacetas, y las entrega a los capaceros. Suena el tamboril mientras éstos comienzan a lanzar las esteras con intención de dejarlas enganchadas en el árbol. Con al menos algunas de ellas ya prendidas en las horcas del roble, el árbol rompe a arder.

Momento en el que El Camuñas incita al resto del pueblo, a lanzar capacetas al árbol, que arderá ferozmente, iluminando la plaza hasta consumirse entre las llamas y a compartir el sopetón: pan tostado, empapado en aove, zumo de naranja y cubierto de azúcar.

De las llamas caídas, el Camuñas prenderá los cirios que llevará a la iglesia junto a los capaceros para purificar el fuego depositándolos a los pies de la Virgen para que interceda en la fertilización de los campos y en una cosecha venidera abundante. Silencio que solo se rompe con los vítores y la Salve a la Virgen de Bienvenida.

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