Convento de la Madre de Dios
Descripción
Este edificio, anexo a la iglesia de San Francisco, ha tenido diversos usos a lo largo de la historia desde que desapareciera su utilización como convento tras las leyes desamortizadoras de Mendizábal en el siglo XIX.
Entre otros destinos, fue primero colegio de segunda enseñanza, y después instituto de secundaria, centro cultural y escuela taller. Actualmente se está rehabilitando para adaptar su uso al nuevo albergue juvenil Don Álvaro de Luna (anteriormente ubicado en el castillo).
El convento consta de un claustro con tres arcos por cada lado, apoyados en columnas pareadas y una composición de cuatro en los ángulos, todas de orden toscano. El claustro superior tiene arcos rebajados, sobre pilastras de ladrillo, que se encuentran blanqueadas.
La iglesia tiene planta de cruz latina y se accede a través de un atrio situado al sur, cuya portada de arco de medio punto está realizada en cantería, rematada en una hornacina con la imagen en piedra de San Francisco. El crucero es de cúpula semiesférica sobre pechinas, rematada con linterna; y tiene coro alto a los pies, sobre una bella ventana decorada con pilastras en forma de pirámide truncada, que recuerda al barroco hispano americano. El retablo mayor es de estilo churrigueresco del siglo XVIII. Ya en la segunda mitad del siglo XX se le añade la espadaña y el cuerpo de campanas.
