Convento de las terciarias franciscanas

Descripción

Este convento es bastante posterior, siendo edificado a finales del siglo pasado, en la calle con el nombre de su fundadora. Su finalidad inicial fue la de acoger a una orden de hermanas pertenecientes al grupo de las Terciarias Franciscanas, que le dieron una utilidad social con carácter educativo hasta hace, relativamente, pocos años.

Fue donado por una generosa vecina, María Dolores Pizarro (1893-1968), fundadora de este colegio, como se nos describe en la placa conmemorativa enclavada en su sobria y dilatada fachada. En ella sobresale la portada fragmentada por un entablamento sustentado por dos pilastras y sobre éste una pequeña hornacina rematada por un frontón partido. Otros elementos de interés plástico son la espadaña de único vano y las ventanas ojivales dispuestas en los laterales de la puerta de acceso. Lo más llamativo de su interior es el artesonado que cubre la capilla, realizado a través de casetones de sabor clásico, decorados con motivos vegetales y geométricos de color dorado.