Ruta parque arqueológico de Berzocana

Descripción

Se propone un recorrido, de carácter circular, por el Parque Arqueológico de Berzocana, un espacio en el que converge la historia a través de un legado milenario con la naturaleza en sus múltiples dimensiones y que acaba trascendiendo al paisaje, todo ello en pleno Geoparque de Villuercas-Ibores-Jara, declarado como tal acorde a su interesante patrimonio geológico que se acompaña de importantes elementos culturales entre los que destaca la conocida como Cabeza del Moro.

Se inicia la ruta en la iglesia de San Juan Bautista, en Berzocana, declarada Monumento Histórico de Interés Nacional y que acoge en su interior reliquias de San Fulgencio y Santa Florentina. A partir de ahí continua a través de cruceros y la Ermita del Niño para llegar a dos abrigos rupestres que cuentan con una serie de pinturas calcolíticas, como son la Cueva de los Cabritos y la Cueva de los Morales.

El recorrido hace escala en el Huerto de San Juan que acoge un interesante jardín botánico, un auténtico homenaje a la naturaleza, a través de la recreación de los diferentes ecosistemas, con una amplia representación botánica de las especies que se encuentran en las Villuercas y en gran parte de Extremadura, relacionado con los ecosistemas de bosque mediterráneo, todo ello complementado con una exposición de fósiles procedentes del mismo Geoparque de Villuercas-Ibores.

Continua con parada en el Cancho de Las Sábanas, declarado geositio, y que aparte de las pinturas rupestres calcolíticas, permite ver huellas fósiles de diferentes invertebrados marinos, y panorámicas, es un excelente mirador y punto de observación ornitológica con especies diversas entre las que destacan las rapaces.

En este punto, se puede ampliar la ruta hacia Risco Gordo, a 1263 metros de altitud, desde donde podemos observar el “relieve apalachense” de las Sierras de Las Villuercas, entre otros elementos paisajísticos. Este tramo no está incluido en este recorrido.

Nuestra ruta continua hacia la conocida como Cabeza del Moro, también geositio y uno de los grandes ejemplos de peñas sacras de Extremadura, tratándose de una pena numen, entendida en la sacralidad prerromana como el lugar donde habita el numen o genio del lugar, que custodia tanto el lugar como sus riquezas, y es quien confiere la sacralidad a la roca, cuya tradición se ha mantenido hasta hoy día siendo un elemento icónico de los berrocales sagrados tanto del Geoparque como del territorio extremeño.