Piornal
Está enclavado a 1.175 metros de altura, lo que lo convierte en el pueblo más elevado de Extremadura, a menudo amanece nevado en invierno. Sus orígenes, pastoriles, se remontan al siglo XII. Debe su nombre al sotobosque de piornos que lo rodean. La suya es una historia de aislamiento, ya que la carretera no llegó hasta 1927. Entre las numerosas fuentes y abrevaderos que adornan este pueblo, destaca la de las Seras, sostenida por estatuas de lobos, antiguos enemigos de los pastores. Por las calles corren algunos arroyos y las viviendas están construidas a base de granito y vigas de madera. La iglesia de San Juan Bautista se construyó en los años sesenta sobre los cimientos de otra del siglo XV. El palacio de Don Pedro González de Acevedo, del siglo XVII,era la residencia de verano del obispo de Plasencia. En el término municipal se encuentra la garganta Bonal, con el espectacular charco del Calderón y la cascada del Caozo, de más de 30 metros de altura.